Los Albares son construcciones típicas de la zona del Courel, que pueden verse facilmente salpicando el paisaje. Suelen ser de forma circular y su función era la de defender las colmenas de los ataques de los osos.

En la actualidad están en desuso a causa de la progresiva desaparición del oso pardo en esta zona. A pesar de este desuso se siguen conservando como arquitectura propia de la zona. Están construidas con rocas recogidas del entorno, concretamente pizarras y esquistos. Este tipo de material es fácil de obtener, pues integra el sustrato geológico de la comarca.

Con estas lascas se construye en mampostería en seco un recinto circular u ovalado cerrado de cierta altura, próxima a los 2 m. Para el acceso al interior, en el muro se dotaban de una estrecha entrada que se cerraba mediante una sencilla puerta de madera. Tienen las piedras superiores intencionadamente salidas hacia fuera, para evitar que los osos pudieran trepar y acceder a su interior .

Las dimensiones de estas construcciones alcanzan fácilmente magnitudes cercanas a los 5-6 m. de diámetro para las circulares y los 12 por 6 m. para las ovaladas. De todos modos, también se ven algunas de planta más compleja.

La superficie interna de la albariza se ordena en largas y estrechas terrazas escalonadas donde se instalan las colmenas. La relativa abundancia de estas construcciones delata la importancia que antiguamente debió de tener en estas tierras la apicultura.